viernes, 22 de julio de 2016

Sí a todo

Ejercicio de Sí. Cerrad los ojos. (México marzo 2009)

Ahora nos vamos a nuestra alma y prestamos atención a donde haya un movimiento de sentirnos superiores a otro. Por ejemplo, cuando juzgamos y condenamos a alguien o cuando de forma muy sutil anhelamos que sea diferente de como es.

Y ahora me dirijo a él o ella y le digo: “Si”

“Tú y yo, diferentes pero amados de la misma manera por esa Fuerza de la que recibimos la vida,  de la misma forma”.

Y sentimos su efecto en nosotros.

Y ahora regresamos a nosotros mismos y también a nosotros mismos nos decimos: “Sí”
Si a nosotros y a como somos. A todo lo que está dentro de nosotros, a todo sea lo que sea.
También  la llamada culpa, como si pudiera existir una cosa tal ante Dios. Porque toda culpa es ponerse por encima de Dios.

Y nos giramos a nuestro pasado, tal y como fue y le decimos: “Sí”, sí con amor.
Y tomamos este pasado en nuestro corazón, con amor.
Y a todas las personas con las que tuvimos una relación en el pasado, todos queridos por esa Fuerza, tal y como son y amados en la misma medida que nosotros.