viernes, 22 de julio de 2016

En sintonia con tu sonido

Ahora sentid y escuchad interiormente vuestro tono, vuestro propio tono, vuestro propio sonido. Cada uno tiene un sonido propio. Y permitid que ese tono, ese sonido, vibre. Hasta que lo haga con mucha pureza. Un sonido puro. Vuestra pareja, u otra persona a la que améis y con la que sabéis que estáis unidos, también tiene un sonido. Y tratáis de escuchar ese sonido hasta llegar a hacerlo, hasta que escuchéis el sonido puro. Y este sonido es distinto del vuestro. Y sin embargo también es un sonido puro. Y ahora, escuchad para ver si estos dos sonidos están en armonía. Aunque sean distintos, vibran en armonía, en una armonía pura. Y de esa manera, ambos estáis unidos desde un lugar muy profundo. A pesar de ser distintos, sonáis juntos.

Cuando trabajo con una persona, escucho el sonido de esa persona y la otra persona escucha mi sonido. Y yo espero hasta que el sonido de esa persona y el mío vibren juntos. Entonces sí puedo trabajar.